Mi nueva familia

Me llamo Susana y soy voluntaria de Barcelona Gat i Gos. He sido voluntaria en eventos deportivos y de yoga, pero a raíz de adoptar a Izzy, mi primer gato, sentí las ganas de cooperar con alguna protectora felina. Yo soy taxista en Barcelona y contactó conmigo a una voluntaria de Barcelona Gat i Gos para que la llevara al veterinario con sus gatitos y en el trayecto estuvimos hablando de la protectora. Me comentó que ponían un puesto en Portal d’Àngel, así que me pasé allí y dejé mis datos. Al poco tiempo me llamaron y mi coche se convirtió en el Cat-taxi, haciendo traslados de los gatitos desde el refugio hasta el veterinario o donde hiciera falta.

Un día a la semana coopero limpiando en el Refugio donde viven nuestros gatos mientras no son adoptados o se están recuperando si están enfermos. Hoy cuando he llegado me he encontrado con una gran sorpresa: Neko, una gatita que capturó a Carol y que estaba embarazada cuando la íbamos a esterilizar, ha sido mamá. Lo he encontrado con sus crías al ir a limpiar su box.

También colaboro en el mantenimiento de la colonia que tenemos en un espacio cedido por el Puerto. Ver a los gatos en libertad es diferente. Llegas con el coche y esperan impacientes a que les des su lateta o te siguen mientras haces la ronda por todos los puntos. Algunos ya te conocen y se dejan tocar. Además de alimentarlos, es necesario vigilar que estén bien. Por ejemplo, hace unas semanas me di cuenta de que Johnny, un gato muy cariñoso que siempre ha preferido tus mimos a que le dieses lata, tenía muchas babas. Así que lo capturamos y lo llevamos al veterinario. Tiene una gingivitis y por ahora se está recuperando en el refugio.

Nuestra tarea va más allá de ponerles comida y agua o limpiar sus arenales. También pasamos tiempo jugando con ellos. Mi marido me dice que el tiempo se detiene cuando voy al refugio oa la colonia. Puedes tener un día horrible, pero estar con ellos te cambia por completo. Me he convertido en una loca de los gatos. Tenemos momentos difíciles, pero las experiencias gratificantes superan con creces estos malos momentos y mis compañeros de la protectora se han convertido en mi segunda familia J., mis hijas y mi marido me acompañan también algún día. Te animo a que tú también nos acompañes!!